Cama de suelo vs. cama para niños pequeños: ¿cómo elegir?

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Cama de casa de madera única para niños

Cuando los niños pasan de la infancia a la niñez temprana, muchos padres se enfrentan a una pregunta aparentemente simple pero compleja: ¿Qué tipo de cama deberían elegir para su hijo? ¿Deberían optar directamente por una cama infantil tradicional o probar la cama de suelo, tan popular en los últimos años?

La hija de tres años de una amiga se despertó de su pequeña cama, se frotó los ojos, salió de la cama hábilmente, recogió el oso de peluche que estaba a su lado y se tambaleó hasta la sala de estar.

El hijo de otro vecino, de la misma edad, todavía duerme en una cuna con valla y sus padres tienen que sacarlo en brazos todas las mañanas. 

Estas dos escenas completamente diferentes reflejan cómo la elección del estilo de crianza afecta sutilmente el ritmo de crecimiento de los niños.

En este blog, analizaremos objetivamente las ventajas y desventajas de ambas opciones, incorporaremos recomendaciones de expertos pediatras y consideraremos las necesidades únicas de diferentes familias para ayudarlo a elegir la mejor solución para su hijo.

Cama en el suelo

Una cama de suelo es exactamente lo que parece: un colchón o una estructura de cama discreta colocada directamente sobre el suelo. Pero su connotación es mucho más profunda. Este diseño, originado en la educación Montessori, permite al niño elegir.

Los partidarios creen que esta estructura baja y abierta ayuda a cultivar la conciencia espacial y la autonomía de los niños, permitiéndoles levantarse y moverse a su propio ritmo.

Cuando el sol de la mañana se cuela entre las cortinas, tu pequeño abre los ojos y puede decidir si quiere tumbarse un rato o empezar a explorar el mundo sin llorar a su madre. Esta autonomía no solo aporta comodidad, sino también una sutil confianza: creemos que los niños tienen la capacidad de gestionar su propio abanico de actividades.

Cama para niño

A cama para niño Es una cama de transición diseñada específicamente para niños. Sus características típicas incluyen: una altura de aproximadamente 50 cm desde el suelo, una barandilla semicerrada y un diseño de apertura para facilitar la entrada y salida. Esta estructura ofrece a los niños más libertad que una cuna, pero no es tan permisiva como una cama de suelo.

La ventaja de este tipo de cama es que previene eficazmente las caídas accidentales durante el sueño, especialmente en niños activos. Un estudio de la Asociación Británica de Seguridad Infantil demuestra que una protección adecuada con vallas puede reducir significativamente la incidencia de accidentes durante el sueño en niños de 18 a 36 meses.

Edad ideal para usar camas de suelo

La edad aplicable para las camas de suelo es relativamente flexible, pero generalmente se recomienda introducirlas después de que el niño tenga la capacidad básica de gatear, lo que ocurre alrededor de los 8-12 meses. En esta etapa, los niños comienzan a desarrollar la capacidad cognitiva espacial y... camas de piso bajo Permítales explorar de forma segura la autonomía de “levantarse” y “acostarse”.

Sin embargo, vale la pena señalar que los expertos en educación Montessori generalmente recomiendan que las camas de suelo se utilicen mejor entre los 18 meses y los 3 años de edad, cuando los niños tienen ciertas habilidades de autocuidado y se encuentran en un período crítico de desarrollo independiente.

La Academia Estadounidense de Pediatría recuerda que el uso de camas en el suelo demasiado pronto (antes de los 6 meses) puede suponer riesgos de seguridad y no se recomienda este método de sueño para los bebés.

Edad ideal para usar camas para niños pequeños

Las camas infantiles son una transición ideal, generalmente más adecuadas para niños de entre 1,5 y 4 años. En esta etapa, los niños ya pueden ponerse de pie y caminar de forma independiente, pero su equilibrio aún se está desarrollando. El diseño semicerrado de las camas infantiles proporciona la protección necesaria durante su etapa activa.

Según una encuesta de la Asociación Británica de Investigación del Sueño, la probabilidad de que un niño de 2 a 3 años se caiga de una cama con barandillas es aproximadamente un 65% menor que la de una cama normal.

Vale la pena señalar que cuando la altura de un niño excede las 35 pulgadas o puede trepar fácilmente la barandilla, es hora de considerar reemplazar una cama infantil más grande.

Considere el desarrollo psicológico del niño

Desde la perspectiva de la psicología del desarrollo, 1-2 años es el período crítico para cultivar el apego seguroLos 2-3 años son la edad ideal para el desarrollo independiente. El momento de elegir estos dos tipos de camas debe coordinarse con las necesidades de desarrollo psicológico del niño.

Por ejemplo, para los niños con ansiedad por separación más evidente, usar una cama en el suelo demasiado pronto puede agravar la ansiedad. Para los niños con un fuerte deseo de explorar, la transición de la cuna a la cama infantil demasiado tarde puede limitar su desarrollo autónomo.

Cama plegable para invitados en el suelo

Desde la perspectiva de la prevención de caídas, las camas infantiles son obviamente más ventajosas. Su altura de aproximadamente 50 cm desde el suelo, combinada con vallas protectoras, puede prevenir eficazmente caídas durante el sueño.

Según la Academia Americana de Pediatría, las camas infantiles equipadas con barandillas pueden reducir las caídas durante el sueño en aproximadamente un 70%. Esta protección es especialmente necesaria para niños pequeños activos de entre 18 y 30 meses.

Sin embargo, vale la pena señalar que cuando un niño mide más de 35 pulgadas de alto, la barandilla puede convertirse en un nuevo peligro para la seguridad: puede intentar treparla y caerse desde un lugar más alto.

La mayor ventaja de seguridad de una cama de suelo es su diseño de "caída cero". Incluso si un niño se cae, una caída de menos de 20 cm difícilmente le causará daño.

Un informe de investigación de 2021 de la Asociación Japonesa de Pediatría señaló que la incidencia de traumatismos graves en bebés y niños pequeños causados por camas de suelo es solo un tercio de la de las camas infantiles tradicionales. Sin embargo, esto también significa que los padres deben tomar todas las precauciones de seguridad en casa, incluyendo:

  • Protección de tomas de corriente

  • Esquina de muebles anticolisión

  • Almacenamiento de mercancías peligrosas

  • Cerraduras de seguridad para puertas y ventanas

En cuanto al riesgo de asfixia, ambos tipos de camas requieren una atención especial en la selección de la ropa de cama. La Alianza Europea para la Seguridad Infantil recuerda específicamente que, independientemente del tipo de cama elegido, se deben evitar los colchones demasiado blandos y las colchas pesadas, especialmente para niños menores de 3 años.

Los expertos en desarrollo infantil generalmente creen que entre 1 y 3 años es el período clave para cultivar la independencia, y el diseño del entorno para dormir juega un papel importante en esto.

Las camas de suelo se basan en el concepto de diseño de "entrada y salida autónomas" y presentan ventajas evidentes para fomentar la autonomía. Las investigaciones sobre la educación Montessori demuestran que los niños pequeños que usan camas de suelo establecen hábitos regulares de trabajo y descanso entre 4 y 6 meses antes que los que usan camas con valla, en promedio. Este entorno de sueño abierto permite a los niños:

  • Decidir su propia hora de acostarse y de despertarse.

  • Explora libremente su zona de dormir

  • Desarrollar un sentido de los límites espaciales

  • Establecer una rutina interna de trabajo y descanso

El Centro de Investigación sobre el Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard señala que esta experiencia temprana de autonomía ayuda a cultivar el sentido de autoeficacia de los niños, y esta creencia de “puedo hacerlo” se extenderá a otras áreas de la vida.

Las camas infantiles fomentan la independencia mediante una libertad limitada. Su diseño semiabierto no solo ofrece a los niños cierta autonomía, sino que también establece límites de comportamiento claros. Este tipo de cama es más adecuada para:

  • Niños que necesitan límites claros de trabajo y descanso

  • Niños sensibles a las transiciones espaciales

  • El período de transición del entrenamiento inicial para dormir de forma independiente

Desde la perspectiva del neurodesarrollo, ambos tipos de camas tienen sus ventajas y desventajas. Las oportunidades de exploración libre que ofrece la cama de suelo pueden estimular el desarrollo de los sentidos vestibular y propioceptivo, mientras que el entorno estructurado de la cama infantil favorece la sensación de seguridad.

Una investigación del Centro Anna Freud, psicoterapeuta infantil, muestra que los niños de alrededor de dos años necesitan equilibrar la exploración y la protección, y sobreenfatizar cualquiera de los dos aspectos puede afectar su desarrollo psicológico. Lo más importante en la práctica es observar las reacciones individuales de los niños.

Cama de suelo vs. cama para niños pequeños

Evalúe los rasgos de personalidad de su hijo

Los niños activos y adaptables tienden a adaptarse más rápido al entorno libre de una cama de suelo, mientras que los más cautelosos o con patrones de sueño irregulares pueden necesitar los límites de seguridad que ofrece una cama infantil. Es importante observar los patrones de comportamiento diarios de su hijo: ¿le gusta explorar de forma independiente? ¿Qué tan adaptable se adapta a los cambios de espacio? Estas observaciones pueden proporcionar referencias importantes para la selección.

Considere el entorno vital

Las condiciones de la habitación suelen ser las restricciones más realistas. Si la habitación del niño está completamente protegida (incluyendo protección eléctrica, fijación de muebles, etc.), una cama de suelo sería una buena opción. Por el contrario, si existen riesgos potenciales de seguridad en la habitación, la protección física que ofrece la cama infantil cobra mayor importancia.

El espacio también influye. Las camas de suelo suelen requerir al menos 32 pies cuadrados de área de juego segura, mientras que una cama para niños pequeños suele necesitar unos 16 pies cuadrados de espacio libre.

Factores económicos y valor de uso a largo plazo

Como producto de transición, las camas infantiles tienen un tiempo de uso más corto, mientras que las camas de suelo pueden usarse hasta la edad escolar. Sin embargo, estas últimas requieren una inversión adicional en la renovación de la seguridad de la habitación, y estos costos deben tenerse en cuenta.

En términos de seguridad, la Academia Americana de Pediatría ha establecido estándares médicos claros. Sus investigaciones demuestran que el entorno de descanso de los niños de 1 a 3 años debe prestar especial atención a la protección anticaídas, y se recomienda que la altura del borde de la cama desde el suelo se mantenga dentro de los 56 cm. Este rango de altura puede prevenir lesiones graves por caídas sin restringir excesivamente la libertad de movimiento del niño.

Los expertos en medicina del sueño enfatizan especialmente la importancia de la dureza del colchón. Datos clínicos demuestran que los colchones de dureza moderada pueden reducir significativamente la incidencia de accidentes de sueño en bebés y niños pequeños.

Desde la perspectiva del desarrollo infantil, el período de transición de 18 a 24 meses es importante. En esta etapa, los niños comienzan a desarrollar su autonomía, pero su coordinación motora aún no es perfecta. Las camas de transición con semi-cercas suelen ser la mejor opción. Entre los 2 y los 3 años, a medida que mejoran sus habilidades motoras, se puede considerar gradualmente un entorno de sueño más abierto.

Vale la pena señalar que el equipo de investigación de la Universidad de Stanford descubrió que la calidad del sueño de los niños pequeños está estrechamente relacionada con la sensación de seguridad del entorno, lo que significa que, al cultivar la independencia, es necesario garantizar que los niños tengan suficiente sensación de seguridad.

¿Son las camas de suelo mejores que las camas para niños pequeños?

Depende de tu estilo de crianza y de las necesidades de tu hijo. Las camas de suelo fomentan la independencia y la libertad de movimiento, mientras que las camas para niños pequeños ofrecen más estructura y barandillas para mayor seguridad. No hay una solución universal; ambas tienen sus ventajas.

¿Las camas para niños pequeños necesitan colchones especiales?

La mayoría de las camas para niños pequeños utilizan un colchón de cuna estándar, por lo que no es necesario comprar nada nuevo si está haciendo la transición desde una cuna. 

¿Puedo utilizar un colchón directamente en el suelo?

Sí, muchos padres lo hacen. Solo asegúrate de que haya buena ventilación debajo para evitar la acumulación de humedad, especialmente si vives en una zona húmeda. También puedes usar una plataforma baja o un somier de láminas para facilitar la circulación del aire.

¿Cómo puedo proteger a los niños de una habitación que contenga una cama en el suelo?

Fije los muebles a la pared, cubra los enchufes, mantenga los cables fuera del alcance y retire cualquier objeto afilado o frágil. Una barrera para bebés en la puerta puede ayudar si su hijo se despierta y deambula.

Después de un análisis exhaustivo de las camas de suelo y las camas para niños pequeños, podemos ver claramente que estas dos soluciones para dormir tienen su propio valor único y escenarios aplicables.

Desde una perspectiva profesional, la principal ventaja de las camas de suelo es que promueven el desarrollo de la autonomía infantil. Las investigaciones sobre la educación Montessori y las observaciones sobre el desarrollo infantil han confirmado que este entorno abierto ayuda a cultivar la autogestión y la conciencia espacial en niños mayores de un año y medio.

Las camas infantiles ofrecen una solución más sencilla. Su diseño semicerrado ofrece a los niños una libertad de movimiento moderada, a la vez que les proporciona la protección de seguridad necesaria, lo que resulta especialmente adecuado para la transición de los 18 meses a los 3 años.

Cabe destacar que esta elección no tiene por qué ser permanente. El crecimiento de los niños está lleno de variables, y los padres inteligentes mantendrán la flexibilidad necesaria para adaptarse.

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